-Santa Engracia, Bravo Murillo, Artistas, Reina Victoria y Raimundo Fernández Villaverde son los actores que dan vida a una de las obras matritrenses más representadas, la Glorieta de Cuatro Caminos, que, además de saludar efimeramente a transeuntes y vehículos que agradecen su existencia, ha adoptado las diversas personalidades que han llevado al Distrito de Tetuán a su actual conformación.
La primera la adquiere a fines del XIX. El Plan Castro, diseñado para ampliar los terrenos de la Villa, la convierte en paso de "fielato" o entrada a la ciudad donde agricultores, ganaderos o aquel que vendiera mercancia detenía sus embarrados carromatos para abonar el impuesto que les permitía hacer negocio en mercados o derredores de la almendra central.
Los habitantes de la entonces Tetuán de las Victorias, dedicados mayoritariamente al campo o a la construcción, bajaban y subían la mal empedrada "Carretera de Francia" con objeto de realizar la actividad diaria con la que ganarse el sustento.
También lo hacían aunque a su manera los llamados "traperos" o golfillos que por estas zonas dormitaban, como por ejemplo la Sociedad de los Tres(Vidal,Manuel,El Bizco) recogidos por Pio Baroja en su libro "La Lucha por la Vida".
Tras unos comienzos del nuevo siglo marcados por el olvido y el poco avance, en 1919 Cuatro Caminos, con la Fuente del Canal de Isabel II en el Centro, será testigo de la llegada de una de las aportaciones de la Revolución Industrial: el Ferrocarril.
Pese a dificultades,dimes y diretes, el 17 de Octubre los habitantes de Madrid se agolparon atónitos para presenciar el acto de inauguración de la Linea 1 del Metropolitano con Sol como última parada.
A las 3:30 de la tarde el rey Alfonso XIII, acompañado de coroneles y marqueses, realizó en el coche motor el primer viaje del mismo, sumido en la emoción vivida por los invitados al evento, asombrados por la luminosidad y la rapidez con que circulaba el tren.
El novedoso medio tendría como consecuencia cambios en los alrededores de la nueva obra, pavimentando y saneando calles, construyendo edificios de mayor altura, como los Titanic o levantando numerosos locales de ocio, como el MetroCine o el Europa.
En los años 20 y 30 se suplantaría el nombre de la glorieta por Ruiz Giménez y 14 de Abril, fecha de proclamación de la II República y reflejo del carácter luchador-obrero de sus vecinos que habían reivindicado en huelgas como la célebre de 1917 su mejora en las condiciones laborales.
La adhesión a la Villa cómo Distrito en 1958 supondría la recuperación de su primigenia nomenclatura y el desarrollo de su actividad económica que han convertido a Tetuán y a la glorieta en uno de los principales motores de la Capital.
Los vientos del pasado y del presente, sin pasarela de por medio, se entremezclan hoy en una Glorieta que, sin olvidar sus vivencias, mira optimista al futuro auspiciada por los vecinos de unos barrios que necesitan de su algarabía para seguir siendo lo que son.
David Corbacho Hernández
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