Febrero está siendo un mes muy afortunado para mi Espartan@s, tanto en lo atlético como en lo profesional. Voy a empezar por esto último, que para eso escribo en un blog de corredores.
Pues llegó la semana anterior al cross, y de repente empecé a encontrarme fatal, no podía con mi alma, el lunes no me tenía en pie. Me encontraba muy débil y enferma. Pensé “¡qué mala suerte! Justo ahora con lo bien que estaba”. Seguro que a muchos de vosotros os ha pillado alguna gripe o lesión justo cuando íbais a correr aquello para lo que os habíais preparado, y como esto de correr es cosa de un día D y hora H como se dice, nos da muchísima rabia. ¿Y qué es lo que hice? Ponerme lo menos nerviosa posible y no entrenar esa semana, descansar lo posible y no intentar hacer esas últimas series para mover las piernas por mucho que me lo dijese mi entrenador.
Y llegó el domingo.
No sabía cómo estaba. Si iba a poder correr o llegaría en un mal
puesto hecha polvo, porque retirarme nunca entra en mis planes,
aunque a veces considero que hago el ridículo entrando muy atrás
debido a diversos contratiempos (tengo muchos contratiempos la
verdad, tengo actuaciones muy buenas y otras penosas), pero eso hace
que luego me sienta más orgullosa y me da una gran capacidad de
sufrimiento para otras veces. Me seguía encontrando débil pero
desde luego estaba descansada. Pensé que lo tenía que intentar, así
que salí valiente durante la primera mitad de la prueba. Luego
empecé notar que no me quedaban muchas fuerzas y decidí utilizarla
para pegar un cambio y descolgar lo que pudiera a mis rivales, que se
pensaran que estaba fuerte. Y ¡qué alegría, me dio resultado! Al
rato empecé a perder posiciones, quedando sexta de la carrera, pero
conseguí mantener el tercer puesto entre las madrileñas. ¡Directa
al Nacional de Alcobendas!
En cuanto a la otra
noticia, es que ¡he encontrado trabajo fijo! Me han contratado en
una empresa como arquitecta. De hecho, estoy escribiendo esto hoy
domingo y empiezo mañana, y el martes y el miércoles me llevan a
Barcelona donde está la sede para aprender. Estoy muy ilusionada.
Relacionándolo con el atletismo, ahora se me plantea un nuevo reto.
¿Podré seguir entrenando igual? ¿Conseguiré mantener el mismo
nivel que hasta ahora? La verdad es que yo nunca he hecho nada más
que correr, siempre lo he compaginado primero con el colegio, luego
con la universidad, y ahora con un Postgrado y trabajos puntuales.
Pero está claro que ahora requiere una mayor implicación laboral.
El horario es de 9 a 18:15 y los viernes de 8 a 15. Llevo muchos años
entrenando por la mañana y ahora tengo que cambiar mi horario
radicalmente y entrenar tarde. Por lo menos tengo la suerte de que a
mí el frío para correr no me importa, me gusta, de cara a lo que
queda de invierno aunque ya ha pasado lo peor. También tengo la
suerte de que aunque tengo un grupo, casi siempre entreno sola, las
series y rodajes sola, lo que va a hacer que en ese sentido no me
cueste tanto separarme de mis compañeros, ya tengo esa fuerza de
voluntad adquirida. Además, en el INEF hay todavía bastante gente a
esas horas entrenando, entre otros los pupilos del Jefe de mi Club,
Guillermo Ferrero. Si hay más gente “sufriendo” y dando vueltas
a la pista, no me da pereza.
Así que mis próximos
objetivos, el campeonato de España de cross por Clubes el 1 de
marzo, y sobre todo el Campeonato de España Individua el 15 de
marzo, los correré habiendo entrado ya en esta nueva etapa de mi
vida, a ver qué tal se da…
No hay comentarios:
Publicar un comentario