Pese a su mocedad la Carrera Popular de Butarque-Villaverde es una carrera de barrio en mayúsculas. Estas pruebas tienen como objetivo dinamizar el barrio en que se celebran y la difusión del deporte entre su vecindad, aparte de aportar otros muchos valores como la solidaridad, es esfuerzo, el sacrificio, la fuerza de voluntad……
Detrás de una gran carrera hay una gran organización, la Asociación Vecinal Independiente de Butarque (AVIB), creada en 2008 para reivindicar y defender los derechos de sus 18000 habitantes. Entre sus logros se encuentran las numerosas actividades que organizan, que se han convertido en citas ineludibles durante el año (Titiriverde, Feria del Libro, Carnaval, Certamen de Relatos…), y los equipamientos para el barrio tras mucha lucha (un instituto…). En este sentido la prueba tiene también un matiz reivindicativo. Durante las primeras ediciones tuvo el lema “Un instituto ya” y en la actualidad “Un centro de Salud ya”.
Centrándonos en la carrera en sí, desde su nacimiento en 2013 ha sido una de las más valoradas por los corredores de Madrid, por la entrega de sus voluntarios, su recorrido único (mezcla de lo urbano y lo natural), su bolsa del corredor y su ambiente, único e inigualable, donde se vuelcan todos los vecinos y comercios, que colaboran lo máximo que pueden y además aportan sus servicios el día de la prueba, como fisioterapia, guardería infantil o cuidado de mascotas.
Fíjense si es valorada la Carrera que, en 2018, en el ranking de la web Runnea fue la tercera más valorada en las carreras de 10 o menos kilómetros por delante de muchas otras populares y numerosas.
Además de este hito, la Carrera destaca por ser pionera en celebrar una Milla Juvenil para proliferar la participación de la franja de edad entre 12 y 16 años en las carreras populares, iniciativa que lleva ya tres ediciones, con una distancia de 1500 metros. Sus inscripciones tienen un precio de 1€ y van a favor de la Fundación Duchenne Parent Project, organización sin ánimo de lucro que fomenta la investigación de esta enfermedad.
Nos vemos en el próximo capituló, un saludo
David Corbacho Hernández
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