lunes, 18 de enero de 2016

PARTE 2(DE 10) - FUENCARRAL-EL PARDO I, DIVERSIDAD EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN Y EXTENSIÓN

Imagen del Centro Cultural Valverde, antiguo Ayuntamiento de Fuencarral con la torre del reloj de 1895 

- "Despiértate, Fuencarral, que toca a diana el gaitero y las campanas ya lanzan el primer repiqueteo". Por su lejanía con la almendra central y su escasa zona urbanizable puede ser considerado como uno más, aunque el Distrito, con el número 8 a la espalda, esconde una riqueza vital y de extensión que nadie en la Capital puede compararsele.

  En 1950 por exigencias del guión quiso el ayuntamiento que Fuencarral y El Pardo se unieran para albergar a la oleada migratoria que se trasladó en busca de trabajo y mejores condiciones de vida; hasta entonces viajaron por separado......


  Comencemos por Fuencarral. Con una nomenclatura y un origen discutido, parece probable que naciera en época de la Reconquista Cristiana a mediados del Siglo XI ( se dice que fue Fernando I o Alfonso VI) y fuera llamado así por la existencia de una fuente donde paraban carromatos camino de la primigenia Madrid.


Iglesia de Nuestra Señora de Valverde


  Desde sus orígenes, la actividad agrícola fue su principal sustento sobresaliendo el moscatel, trigo y sabrosos nabos que llevaban a la ciudad para venderlos en sus mercados; por aquel entonces, su territorio comprendía lugares tan emblematicos como la Plaza Mayor o San Antonio de la Florida con la consiguiente aportación del agua del Río Manzanares. 

  Dos acontecimientos denotan su consolidación como municipio: en 1242 el descubrimiento de la Virgen de Valverde en medio de un encinar por unos pastores que propició su traslado y posterior devoción y a mediados del Siglo XIV el saqueo y captura de varios prisioneros por Juan de Puelles en la Guerra entre Castilla y Aragón que presuponen su importancia.

  Pese a su destrucción, Fuencarral no solo se recompuso sino además duplica su población ( 200 en 1517 a 2000 en 1850), su actividad agrícola ( con nuevos cultivos como olivos) y su extensión (4744 hectáreas de terreno) .


Fuencarral a principios del Siglo XX

  La Revolución Industrial y la aparición de pueblos como Tetuán de las Victorias que lo aproximan aún más a los límites de la Villa terminaron de rematar su desarrollo. Así podemos referir la existencia de fábricas de jabón, tejas o glicerina sumados a un molino de chocolate. 

  Entremedias de esta evolución se producirá otra invasión en 1808 por parte de las tropas francesas comandadas por Napoleón que aguardaba en Chamartin la rendición de los madrileños. 

  La proliferación de la vida social a través de numerosas romerías a su patrona y patrón, San Miguel Arcángel, y la masiva construcción de nuevas colonias como la de Mirasierra tras la contienda civil rubricaron su conformación antes de dar el último salto para formar parte del mapa capitalino. 

  David Corbacho Hernández 

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